Dra. Gabriela Ruck

¿El Diagnostico De Una Enfermedad Crónica Terminal Debe Ser Dicho Al Paciente?

¿El Diagnostico De Una Enfermedad Crónica Terminal Debe Ser Dicho Al Paciente?

Cuando la enfermedad es terminal, es decir no tiene cura, cambia la vida de la persona y su entorno familiar.  

Tener a un familiar con una enfermedad crónica (cáncer, por ejemplo), es una situación que cambia el rumbo de vida de la persona y a veces de la familia desde el momento del diagnóstico.  La falta de información sobre la enfermedad lleva a tomar decisiones erróneas.

La discusión muchas veces recae en si se le debe decir al paciente su enfermedad y pronostico, en especial si este es sombrío, por miedo a que pueda reaccionar de una manera negativa.

Es un error pensar que el paciente no desea saber su enfermedad. El asumir cosas y actuar pensando que sabemos lo que piensa el paciente sin corroborar esto, puede ser contraproducente y no beneficiosos para él.

El interesado debe saber su diagnóstico si lo desea de esa manera. Existen protocolos para poder dar malas noticias. Es importante poder saber que sabe el paciente de su enfermedad y que desea saber de la misma. También conocer quién es el paciente, la vida que tiene, el nivel de educación que tiene, su edad. Todos estos factores son importantes para decidir como hablar con el paciente sobre su enfermedad.

¿Y quién debería decirle el diagnostico? El diagnostico se le dice al paciente, si este realmente desea saberlo y debe ser dicho por su médico tratante, quien lo acompañaría hasta sus últimos días.

Cuando saben el diagnostico, se puede esperar muchas reacciones del paciente como negación, rabia, impotencia, depresión, ansiedad, etc. Una vez que el paciente sepa su diagnóstico, es importante darle un espacio para que pueda expresarse, en estos casos el silencio es bueno. También preguntar si el paciente tiene preguntas o dudas al respecto.

Algunas veces, el paciente no desea saber su enfermedad y se debe respetar su decisión.

El intentar ocultar la enfermedad crónica al paciente, en especial si esta es terminal, evita que el paciente pueda concluir los asuntos pendientes que este pueda tener, por ejemplo, temas familiares, económicos, medicación de últimos días, testamento vital, etc. E cuerpo del paciente le va avisando cada día que él no está bien y que no va a mejorar.

El paciente comienza a sentirse confundido debido a que la familia le dice que va estar bien, que no tiene nada y el cuerpo le demuestra otra cosa.

Es importante ser empáticos con el paciente, es decir, ponerse en el lugar el paciente y pensar si desearíamos saber la verdad sobre nuestra salud.