No Llores No Dejas Que Descanse En Paz
Cuando se pierde a un ser querido, en especial si este ha sido una persona muy importante en nuestras vidas, no es fácil poder aceptar. El cerebro y el corazón tardan en comprender la ausencia física del ser querido y siguen planeando cosas con él.
No se supera la muerte de un ser querido, se aprende a vivir con su ausencia física la cual genera mucho dolor y tristeza al comienzo del duelo. Posterior a la muerte, comienza una mezcla de sentimientos de pena, ira, dolor, etc. Estos sentimientos deben ser expresados para poder sanar el dolor que se lleva.
“No llores, no dejas que descanse en paz”
Es una frase común que se escucha de algunas personas que intentan consolar al doliente. ¿Y esto es verdad?, ¿es malo llorar la pérdida de un ser querido?
El llanto es la manera de poder descargar todo el dolor y pena que siente el doliente. Poder descargar todos sus sentimientos ayuda a sentirse mejor. Cada duelo es diferente y único, al igual que cada doliente. Todos llevan el duelo a su ritmo.
La relación que había entre difunto y doliente es importante. Esta puede definir el tipo de duelo que puede presentar el doliente. Cuando esta relación ha sido difícil en vida, el duelo también puede ser complicado por los recuerdos que llevan en su mente el doliente. Trabajar el tema del perdón es fundamental en todos los duelos en especial en estos duelos que pueden ser complicado. El perdonar al difunto y en especial perdonarse a uno mismo, es fundamental para poder seguir adelante.